Un poco de mi trabajo diario en prensa, libros, proyectos personales y demás locuras de mi incansable mente. iidisfrútenlo!!


abril 16, 2012

La Bora “deBora”



La Bora “deBora”(Columna "Trompo en la uña" diario La Región, 15 de Abril 2012)

Hay veces me canso de opinar. Pareciera que las cosas que se pueden percibir en la calle no son como uno cree. Como dice mi pana Daniel Palacios, periodista de Tal Cual: “es una de las grandes cualidades maquiavélicas del gobierno, mostrar como bueno lo malo, darle un giro a todo y buscarle una cara favorable a ellos”
Mucho se ha hablado del caso de la presencia de la Bora en el embalse de La Mariposa. Esa especie de alfombra que cubre toda la superficie de este (como llama el ministro de Ambiente, Alejandro Hitcher) “tanque” que almacena 8 millones de metros cúbicos de agua. Se trata de la Eichhornia Crassipes, Jacinto de agua común, o Camalote; originaria del Amazonas y, considerada por los especialistas una planta invasora de la cual no desconocen sus propiedades benéficas en espacios controlados. Sin embargo este no es el caso de La Mariposa.

Puedo pecar de ignorante ya que no soy biólogo, y no puedo hacer una crónica de la presencia de esta planta en el embalse; sin embargo he vivido en este pueblito hermoso de Altos Mirandinos (San Antonio de los Altos) desde el año 87, y realmente solo puedo recordar la presencia de esta planta, como una plaga, desde finales de la década de los 90´s. La realidad es que esta “plantica” que parece inofensiva a primera vista, según descubrí leyendo algunos materiales, tiene una cara maléfica cuando está fuera de control en espacios de difícil acceso. Bajo ciertas circunstancias la Bora se transforma en una especie eutrófica (crece descontroladamente por exceso de nutrientes), creando una barrera en la superficie que imposibilita el paso de la luz del sol al agua, y de esta forma impide diversos procesos ecológicos como la fotosíntesis, afectando la producción de oxígeno y la fijación de carbono; en pocas palabras deteriorando la calidad del agua. Y como guinda del postre, si su crecimiento es descontrolado en espacios amplios y no controlados como estanques, toca removerla mecánicamente (método sumamente costoso) procurando no romperla, porque se dispara su reproducción, creo, el caso de su presencia en el embalse.

De verdad me llama la atención escuchar de boca del ministro del ambiente, afirmar que el estado actual del embalse, que tiene años con la presencia de esta planta que ha ido copando la superficie de toda el agua, es producto de una “siembra controlada”. Insisto, puedo equivocarme, pero no he escuchado nada de “Misión ensalada” en La Mariposa. Y me aterra más que el ministro lo tome a la ligera, y hable casi de una “cosecha” (como si fuera lechuga) programada en dos meses, palabras dichas en un entrevista el 22 de Marzo. Creo el ministro no sabe lo anterior y menos que investigadores de la FAO, Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (por sus siglas en inglés FAO) clasifican a la Bora como una maleza acuática; además de estar incluida entre las 100 especies exóticas invasoras más dañinas del mundo, en una lista elaborada por el Grupo Especialista de Especies Invasoras (GEEI), de la Comisión de Supervivencia de Especies (CSE), de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.

Es más, haciendo un poco de historia, el ministro pareciera desconocer que la Eichhornia Crassipes, ha sido introducida por el hombre en países del trópico y subtrópico donde se ha propagado hasta convertirse en una maleza acuática extremadamente grave, desarrollando infestaciones extensas en el sur de los EE.UU. (especialmente en Lousiana y la Florida), en México, Panamá y muchas regiones de Africa (especialmente los sistemas de los ríos Nilo y Congo); el sudeste Asiático, Indonesia y Australia.

Es tan grave la presencia de esta “plantica”, que en la cuenca del Guadiana (Badajoz, España), es una de las plagas más problemáticas, luego de casi copar 75 km de río, produciendo entre otros dañitos, aparte de los daños materiales y a la economía agrícola y pesquera, pérdida de agua por evapotranspiración, eutrofización del agua (palabra que se me grabó en bachillerato por la podredumbre que produce en el agua), falta de luz en el fondo y aumento de la sedimentación.

La solución no es tan fácil como la pinta el ministro. De 2005 a 2006 en España, retiraron 134.823 toneladas de Bora, con un costo de nada más y nada menos que 6 millones de Euros, y lo peor, es quizás, que cuando produce semilla esta inofensiva plantica, la proliferación es latente en un periodo de 15 a 20 años, lo que ha motivado que el Grupo Especialista en Invasiones Biológicas (GEIB), también la agregara a otra lista negra, al incluirla en el top 20 de especies invasoras exóticas más dañinas presentes en España, y manteniéndose alerta ante su aparición.

No puedo creer que el ministro no sepa lo anterior. Esa información prolifera en internet como la Bora en La Mariposa, dónde no dejan de ser reconocidas sus funciones positivas en estanques, pero de advertir sus graves consecuencias, que ya vivimos en Altos Mirandinos.

Pero esa maña de negar los problemas nos va a terminar de hundir. La Eichhornia Crassipes es una realidad que se une al descuido del embalse, que es víctima de todas las plagas del “apocalipsis criollo”, que destruye todo lo que solo necesitaba ser mejorado. Aunque les moleste, muchos podemos recordar en la IV, cuando el talud de tierra con la cominería que coronaban los Kayac y sirve de dique, lucía de forma cuidada, aún con los problemas que ya enfrentaba el embalse, siendo espacio para los deportes acuáticos; cosa que la Bora, también “deBoró”. Hoy el aspecto de La Mariposa es terrorífico. Hoy aunque el fanatismo nos impida ver y nos deje sin sentido del gusto, decir que en La Mariposa todo está bien es negar la realidad. Lo peor es que hablamos de un problema que en todo el mundo es considerado de dimensiones dantescas y de sumo cuidado. Acá, como siempre, no pasa nada.

Fernando Pinilla