Un poco de mi trabajo diario en prensa, libros, proyectos personales y demás locuras de mi incansable mente. iidisfrútenlo!!


diciembre 22, 2011

noviembre 29, 2011

Incongruencias de la Izquierda



Incongruencias de la Izquierda (Columna "Trompo en la uña" diario La Región, 25 de Noviembre 2011)

Me encantan las contradicciones en los discursos. Ideales: base fundamental de cada gesta en la historia, y en algunos casos la excusa para mantener empresas con justificación o totalmente injustificadas. Creo que la contradicción en un ideal es la muestra clara de la carencia del mismo. Un caso claro es que son muchos los que se definen de la izquierda, y pocos los que realmente entienden medianamente las implicaciones de ser o no ser izquierdista. Hoy en día cuando vivimos en un émulo barato de la URSS, y que aún nos intentan engañar con la fantasía cansina de invasiones, submarinos, misiles, se hace evidente la falta de una claridad en lo que se cree y se vive.

Increíblemente la izquierda revolucionaria sigue estando de moda aún, más allá de los fracasos evidentes y de anteojitos de Cuba, la extinta URSS, y diariamente muestran “mezclas” de ideales que permiten ver como las contradicciones están a la orden del día en todos aquellos que en el país y fuera de él buscan justificar su permanencia en alguna lucha, legal o al margen de la justicia.
Para citar algunos ejemplos paso a hablar del señor Rodrigo Londoño Echeverry o "Timoleón Jiménez", más conocido como "Timochenko", nuevo comandante de las FARC, tras ser abatido en la selva colombiana el jefe de este grupo terrorista, (Definición de terrorista según el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española: Que practica el terrorismo, y terrorismo: sucesión de actos violentos ejecutados para infundir terror.) Alfonso Cano, que había heredado el cargo tras le muerte del “Mono Jojoy”, que a su vez había recibido del finado Manuel Marulanda, alias “Tiro fijo” el cargo.

La parte risible de esta historia radica en las palabras del señor Timochenko, quién aunque su ideología sigue basada en el comunismo, tal como ha sucedido desde la época posterior al llamado “Bogotazo” en 1948, cuando los grupos radicales comunistas liderados por Tirofijo, fundaron las FARC, llama a la reflexión al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, tras la acción militar que terminó con la muerte de Alfonso Cano.

En un comunicado digno de Radio Rochela, el líder terrorista recriminó a Santos, cito textualmente: por "ostentar poder y mostrarse amenazante y brutal". También agregó:"aprendemos a asociar esas conductas a los seres más perversos", y añadió que "matar salvajemente a un ser humano, con métodos notoriamente desproporcionados, para pararse sobre su cadáver y señalar a otros que les tiene reservado el mismo tratamiento, tiene la virtud de producir un efecto contrario".
Lo cómico es que quién se repugna ante la violencia a la que está siendo sometida, indudablemente este grupo terrorista por las autoridades colombianas, tras su negativa a deponer las armas, ostenta un prontuario de más de 32 requerimientos judiciales por los delitos de terrorismo, homicidio, rebelión y lesiones personales. Además de una "circular roja" de Interpol. Este caballero que apela por la humanidad, es el autor del asesinato en 2003 un ex gobernador, un ex ministro de defensa, y ocho militares en el Parque Nacional Natural Puracé.
¿Cómo puede hablar de justicia, recriminar la violencia, quién desde marzo de 1982 se dedica a cobrar vidas no solo de uniformados, sino de campesinos que no colaboren con su “causa”?

Cientos de personas son víctimas de los ataques de las FARC a pueblos indefensos. Son cientos de civiles en los que se incluyen a menores de edad, así como soldados, víctimas de minas antipersonales. ¡¡Hay que ser cara de palo!!
Pero esta gente es la misma que tiene su estatua, que representa a su líder y fundador “Tirofijo” en el corazón de Caracas, en el popular barrio 23 de Enero. Las incoherencias continúan. Los que hablan de un gobierno “pacífico” liderado por Hugo Chávez, son permisivos con los homenajes a los miembros de este grupo terrorista a quiénes llaman camaradas, y por los que guardan minutos de silencio tras cada muerte de sus cabecillas. Recordemos que el presidente en alocución televisada otorgó beligerancia a este grupo terrorista en Enero de 2008.

Sin duda el arroz con mango es grave y está piche. No solo el “comunista” Timochenko, cuyo negocio real es el narcotráfico (son miles de toneladas de drogas las que produce el grupo en la selva colombiana) el que no guarda coherencia entre discurso de paz y acciones de terror, no, sino que acá mismo nuestros socialistas, comunistas camaradas del anterior, además de esa incoherencia ética con respecto a la violencia, muestran otras incongruencias a la hora de del té. ¿Quién puede ser Marxista, como se declara este gobierno y citar a Jesús, a Dios, a la virgen? Lo cómico es que los existe. El presidente se ha definido a sí mismo como profundamente cristiano y habla de Jesús como su Salvador y lo invoca como “Comandante en Jefe de esta revolución”. ¿Las incoherencias son propias de la gente de izquierda?

Hay que recordar que el primer mandatario afirmó en reiteradas ocasiones como por ejemplo en la entrevista hecha por Lucía Newman, corresponsal de CNN, el 18/08/04: “Yo no soy comunista, no tendría ningún empacho en decirlo. Si yo tuviera un proyecto marxista para Venezuela lo hubiese dicho desde el primer día en que salí a la palestra política…”, en febrero de 2010 declaró: «Por primera vez asumo y lo asumo, y yo cuando asumo, asumo. Asumo el marxismo. Lo asumo», recalcó varias veces por si acaso no lo habían escuchado bien.

Sigue siendo risible, porque es justamente Karl Marx, fundador de la doctrina comunista quién manifestó “odiar” todo dios, y estar en contra de la religión, por alejar al hombre del principio revolucionario, y por ser una invención del hombre, según afirmaba. ¿No estudió en Yaré el presidente a Marx? Lo triste es que la gente solo repite y cual veleta van a dónde apunte el máximo jefe. La única doctrina revolucionaria parece ser la del dinero, el mismo que paradójicamente también odian… supuestamente. Incongruencias de la Izquierda.

Fernando Pinilla

noviembre 21, 2011



¡¡Apagones!! (Columna "Trompo en la uña" diario La Región, 20 de Noviembre 2011)

Tras cada apagón comienza la misma incertidumbre: ¿será que viene enseguida?, ¿Será que viene y se lleva los equipos? No me refiero a más nada sino a la luz eléctrica, que en los últimos años ha mostrado un retroceso en cuanto a la calidad de este servicio básico. No importa dónde te encuentres, dónde vivas; así sea en una quinta, edificio o modesta casa todos somos víctimas de la desidia que ha acompañado a la nueva gerencia de la empresa encargada de suministrar la electricidad; CORPOELEC.
Como todo monopolizado por el gobierno y en nombre de la soberanía, de una supuesta plenitud en la toma de decisiones y en el desarrollo de planes de mejoras, al final se queda todo en utopías. La realidad es que mientras en los recibos y vallas se habla de 30 plantas nuevas, 465 megavatios en 2008, en 2009 43 plantas más y un incremento de 535 megavatios, sumado a cientos de promesas y números hasta el día de hoy, las muestras de mejoras son escasas por no decir nulas.
CORPOELEC se sume cada día en más ineficiencia a la hora de mantener los tendidos eléctricos y los ciudadanos somos las victimas, no solo sin el servicio en su justa medida, sino además perdiendo equipos electrónicos costosos, producto de las constantes caídas de tensión y apagones, que suelen ser muchos y seguidos.
No hay televisor que aguante, secadora o nevera a los embates de la electricidad. Como el agua descontrolada, la electricidad es devastadora y no existe siquiera protector que esté diseñado para soportar las idas y venidas del servicio eléctrico. Al final todo aparato es vulnerable ante el mal servicio, pero lo peor es que aún con nuestra inmensa calentera, nadie responde. Sí se quemó un equipo, toca comprar otro nuevo, solo si tenemos el dinero, de lo contrario nos tocará privarnos de muchos artículos comprados con sacrificio en ocasiones, y que por culpa de un mal servicio que está listo para hacer de las suyas, nos obliga a resignarnos. En todo sentido Venezuela es la tierra de la impunidad.
¿Quién responde?, ¿quién paga por el mal servicio y los aparatos dañados? Nadie, absolutamente nadie. Además de las molestias, no hay autoridad que asuma no solo los daños sino lo más básico: la responsabilidad. Estamos rodeados de seres que no ha entendido el concepto fundamental de imperfección que vivimos como seres humanos, por el contrario para los rojos, y no los de la Ávila, la perfección es una de sus cualidades preferidas y de las que hacen más alarde, imitando al sumo dios, al perfecto mayor de Miraflores, no pueden quitarse las gríngolas y solo hablan de aciertos, se olvidan de las realidades y las niegan, y para rematar se creen el cuento; la Robolución es efectiva porque hoy en día usan más tecnología. Obviamente con el paso del tiempo lo más básico es eso, no es una proeza tener un celular en la actualidad en comparación con décadas pasadas, lógicamente antes no existían. Se ufanan por resolver los conflictos que sus propios errores y descuidos acarrean, esto no solo en este servicio sino en cualquier ente que dependa del gobierno. Sencillamente se publicita lo obvio y lo justo, nada más lógico que cumplir con el deber, así sea medianamente. No es una hazaña que un árbol de aguacates de frutos… para eso está.
Sin embargo las excusas para justificar la crisis que no se puede ocultar son muchas. Hemos escuchados hablar del fenómeno del Niño, la Niña, que en muchos países causan estragos, pero acá los desmanes son de otros niños y niñas con boina roja. Pero cuando ya la excusa cae en fecha de vencimiento, es cuando se debe culpar a otros, de los que podemos recordar a: George Bush, Álvaro Uribe, la oligarquía, los malvados ricos y quizás una de las más recordadas parodias de este gobierno: La Iguana, aquel reptil travieso que se cuelga por los tendidos eléctricos y desencadena apagones nacionales. Nada más terrible que no poder asumir nuestros errores, aprender de ellos, pedir ayuda si se necesita y mejorar. No critico que fallen, sino que no enmienden, recapaciten y actúen. Somos imperfectos, pero nada justifica ser reincidentes en los errores.
CORPOELEC es como cada sueño revolucionario una muestra diaria a nivel nacional de desaciertos que están afectando a todos por igual. Por la famosa red social son miles de llamados de auxilio desde el interior del país por averías eléctricas, son miles los reportes de fallas que al final se extienden por horas, consumiendo nuestra paciencia y nuestros equipos electrónicos, y hasta la comida en la nevera, pero los afectados solo podemos callar como expliqué un poco más arriba.
Basta de mediocridad, basta de excusas, basta de hacerse los ciegos. Exigimos un servicio acorde con las tarifas que se cancelan y que son muchas veces desmedidas y exageradas, y que no van en la relación correcta costo-calidad de servicio. Algún incauto o quizás sin dinero se atrasa un mes y sería víctima de un certero corte, pero todos los días somos victimas de muchos cortes injustificados, y peor aún nadie le puede colocar el cascabel al gato. Los responsables son intocables, están blindados ante los reclamos, así sucede en gobiernos como este que no aceptan que existen más opciones, opiniones y la pluralidad. No olvidemos que el mundo no gira en torno a nadie.
Mientras escribo esto, tecleó con rapidez y guardo con frenético desespero el archivo, son muchas las veces que mientras realizo mi trabajo soy víctima como miles de un apagón que me hace perder tiempo, y me hace retroceder, al final debo retomar todo de nuevo, luego de respirar profundamente, contar hasta 100 o 1000 o hasta donde más pueda, porque no existirán respuestas ni mejoras, es un cuento de nunca acabar… un momento… está espabilando el bombillo, ay no…

Lo siento… se volvió a ir la luz.

Fernando Pinilla

octubre 31, 2011

Amores que matan



Amores que matan (Columna "Trompo en la uña" diario La Región, 30 de Octubre 2011)

El amor es una magia, una simple fantasía, es como un sueño... reza la letra de una de las canciones de Tito el Bambino, que estuvo de moda hace un tiempo por toda Latinoamérica. Sí. El amor, cuántas páginas se han escrito sobre este tema, cuántas personas aferradas a la barra de una vieja cantina, no viven postrados ante el alcohol, victimas inequívocas de este sentimiento que puede ser sublime o inescrupuloso.

La palabra amor proviene del latin, amor-Oris, abarca gran cantidad de sentimientos que pueden ir desde el deseo pasional (Eros), la relación fraternal con un pariente o amigo (Storgos), y en muchos casos una derivación siniestra y casi enferma hacia un objeto, una figura; por nombrar una: el dinero.

Para los que vivimos en la Venezuela de hoy no es extraño escuchar manifestaciones de amor obsesivo hacia la figura del presidente de la república que traspasa a veces la razón. Pero sea un problema psicológico o verdadero sentimiento, entendemos que el amor en su esencia pura lleva una dosis de locura, sino quién explica las grandes y admirables gestas que ha desencadenado el amor pasional por un individuo, saltando las barreras de la razón y de la cordura.

Muchas historias de amor nos muestran la cara del mismo como un sentimiento en el que el “yo” tiende a desaparecer para dar paso a un desinterés total o parcial en algunos casos hacia nuestra propia persona, pensando exclusivamente en el otro individuo, y en otros, siendo más sensatos; se piensa en una relación, es decir en dos. Como diría José Luis Perales: Es más corto el camino si somos dos.

Esas mismas historias nos cuentan que esos amores en ocasiones deben elegir ante circunstancias para poder mantener el sentimiento, para poder vivir la experiencia, sin embargo siempre priva ese deseo de amar ante aquello que no por ser impedimento es negativo, en otros casos sí, pero que cuando el amor es verdadero termina triunfando en su máxima expresión sobre aquella barrera. Sin embargo acá es cuando queremos trasladar todos estos complejos conceptos a nuestra realidad política y nos terminamos dando cuenta que vivimos algo extraño. Bien es conocido el amor desmesurado hacia algunos artistas, por los llamados fanáticos, amor que para mi concepto son más trastornos psicológicos que verdadero sentimiento. De ahí a las muestras más locas como dormir en el piso en una fila de cientos de personas por acceder a una boleta y hasta pagar cifras inimaginables por dicha entrada. El absurdo comienza a aparecer y lo bonito del amor en ese caso y en las relaciones de pareja con mucha frecuencia desaparece y empieza a reinar el desequilibrio total. Comportamiento este que termina en fatales desenlaces que pueden incluir el asesinato y hasta el suicidio. El amor por Dios suele desencadenar los antes mencionados con frecuencia, amor que termina siendo locura y que a través de la historia ha justificado masacres y los castigos más inhumanos. Todo fuera de contexto y de razón termina siendo peligroso… una cosa es amar y otra idolatrar, ante este último se pierde la capacidad de ver claramente, sin ser influenciado por los embates de un “amor” brutal que desconoce razón.

Si leemos con atención y como digo antes lo trasladamos a nuestra realidad, veremos muchos símiles con nuestra actualidad y produce miedo. Estamos ante una cantidad asombrosa de personas que manifiestan a vox populi su fidelidad por la figura del presidente, en nombre de un “amor” sin control, palabra que se ha usado en varias campañas de las miles que hace el gobierno para mantenerse sembrados en el subconsciente del pueblo. Por cierto sería interesante calcular cuánto dinero ha gastado este gobierno en publicidad, diseño, rediseño, vallas, afiches, logos de campañas de misiones, ministerios que nacen, mueren, y solo queda nada. Pero ese es otro tema. Siguiendo en el nuestro es terrorífico como se cultiva el sentimiento y peor como germina en las personas aún por encima de sus propias necesidades y de poder analizar las realidades. Cuando veo las barriadas nacidas en la tan nombrada IV República y afianzadas y expandidas en la V, me pregunto: Si mi calidad de vida no mejora, ¿por qué sigo amando una figura que no cumple su propósito? Un amor pasional desmesurado, excesivo y obsesivo niega nuestros propios derechos a vivir dignamente, a recibir un trato justo y termina amarrándonos a una realidad miserable, sin esperanzas, sin presente, y mucho menos un futuro. En el barrio se vive la miseria del amor visceral hacia un hombre, pero a Venezuela pocos la aman.

Al suelo que pisamos y que por herencia es nuestro, no exigimos reciba el trato que merece, nuestro enemigo termina siendo todo aquel que no ame como nosotros a nuestro presidente, a un gobierno que siembra la discordia y la enemistad con nuestros hermanos, la realidad amarga es que anteponemos una forma distorsionada y mal dirigida de amor, antes que nuestras necesidades, intereses y nuestro propio país.

La pregunta de muchos sería: ¿Esto es amor? No sé, creo que sí. Un amor idólatra hacia lo erróneo que se alimenta de la ignorancia y de nuestra falta de sentido de pertenencia y egoísmo. “Si yo no estoy bien, que no lo esté ninguno”, se puede pensar quizás, y por eso dejamos que crezca este sentimiento que dista mucho del concepto que el sentido común nos dicta sobre esa palabra de cuatro letras que puede dañar, como en este caso. Quien antepone el amor a la patria por una figura, no puede ser digno ser llamado hijo de esa tierra. El que ama a un político antes que a su propio país es el más grande y genuino apátrida que podamos encontrar. Ante esta realidad que vivimos parece compleja una salida democrática a un periodo de oscurantismo moderno que nos ha tocado vivir, más cuando en el nombre del amor nos olvidamos de todos, hasta de nosotros mismos.

Fernando Pinilla

septiembre 26, 2011

Un Metro de problemas



Un Metro de problemas (Columna "Trompo en la uña" diario La Región, 25 de Septiembre de 2011)

Cada metro que se pasa, es un metro de alegría, porque al fin la novia mía, llegará temprano a casa… dice el coro de una canción compuesta por Billo Frómeta e incluida en el disco Billo´74 ½ del año 1974, que narraba y hacía una crónica del acontecimiento más importante por aquel entonces; la construcción de un servicio de transporte masivo conocido como Metro, y en el que se cifraba la esperanza de muchos caraqueños por una mejora en su calidad de vida, que ya por aquellos años comenzaba a tornarse para los protagonistas de entonces como insoportable.

Lo cierto es que sería solo hasta el 2 de enero de 1983 que se inauguraría oficialmente con 6.7 km el servicio más anhelado y esperado por toda la capital. Orgullosos miraron entonces el resultado de ver un sueño hecho realidad. La solución llegó y en las modernas estaciones y vagones se respiraba un aroma a urbe, a capital importante, Caracas seguía siendo un modelo de ciudad que avanzaba y crecía hacia un futuro prominente. Sin embargo la guaracha de Billo, hoy parece un chiste, hoy es una broma pesada para los ciudadanos del siglo XXI. No somos lo que se pensó sería el futuro de la humanidad en la serie animada Los Supersónicos. Por ninguna ciudad del mundo vemos carros voladores ni naves espaciales, ni nada por el estilo y mucho menos en Caracas. 28 años luego de la inauguración de una de las más importantes y magnificas obras del urbanismo e ingeniería en Venezuela, solo hemos podido completar los planes existentes a duras penas. El Metro no evolucionó, está como muchas obras detenidas en el tiempo y solo maquilladas con pinceladas burdas.

El Metro claramente es una apología de la mediocridad. Sus casi dos millones de usuarios al día, viven normalmente una travesía épica que parece tomada de algún libro de fantasía, solo que al final no nos espera tesoro alguno, sino la gratitud de llegar enteros a nuestro destino. Desde muy tempranas horas de la mañana comienza el drama de cada persona que usa este medio de transporte, que no registra ajustes en sus tarifas acordes con las exigencias necesarias para su mantenimiento, ya que según el primer mandatario, de hacerlo como lo harían los capitalistas, no se podría utilizar este servicio. Sería interesante que el presidente usara una semana este transporte desde un extremo de la ciudad hasta el otro, como cualquier vulgar mortal, para constatar si es cierto que aún se puede utilizar el Metro.

Al momento de acceder a cualquier estación, se cruza las puertas de la mansión del terror; lo inesperado se posa en cada rincón. Ríos de personas, sí así se les puede llamar, corren y demuestran el estado de descomposición social que vivimos. Son émulos de reses que aplicando la ley del más fuerte, corren por los pasillos, atropellan a quien sea, sin siquiera detenerse a ver si es una dama, que igualmente sacaría a nuestra benemérita madre a pasar por las instalaciones; y pobres de aquellos que la tienen tres palmos bajo tierra. La espera de los trenes es un calvario; calor, amontonamiento de personas y una sola meta: entrar en el vagón. Los tiempos de espera son variados depende de la hora y las circunstancias que genera el estancamiento del país y por ende del Metro. Si no somos víctimas de problemas eléctricos, fallan los trenes, colapsan las estructuras, y por qué no, somos presas de una víctima de la presión y el estrés que decide joderle el día a los casi dos millones de usuarios, lanzando su humanidad a las vías del tren más cercano a su arranque de desequilibrio mental y emocional. No hay nada que hacer, toca esperar entre el murmullo, los comentarios y los rostros impávidos de cientos de extraños, aunque también si eres bajo de estatura puede ser la espalda, el pecho, o los pechos de algún caballero o dama respectivamente.

Si se corre con suerte puede que el aire acondicionado funcione, aunque muchas veces al entrar a un vagón el frente caliente que nos espera nos noquea, prácticamente nos hace sentirnos en un sauna. Pero no solo nos llega el calor, no, sea que el vagón tenga aire acondicionado o no, los aromas son asfixiantes. Fluidos corporales, flatulencias, perfumes, se mezclan creando un olor que termina por darle un desagradable bouquet al viaje. No conformes con prácticamente viajar por el infierno, no faltan las personas que creen que sus teléfonos celulares son una especie de pickup, dónde distorsionan: regetones en su mayoría, salsas y vallenatos, que piensan ellos, armonizan la travesía por el inframundo caraqueño. No dejan de sorprender artistas itinerantes la mayoría sin talento pero con un talante para molestar increíble, y mendigos, muchos sin algún miembro para terminar de hacer más deprimente la escena.

Si tenemos suerte, puede que lleguemos enteros al destino, aunque hasta podemos convertirnos en una cifra más de la inseguridad, aún cuando la policía bolivariana patrulla constantemente. El Metro no es un medio de transporte, es un medio transporte que no soluciona para nada la crisis capitalina. El otrora orgullo de Caracas es hoy prácticamente un deporte extremo para millones que solo asumen cabeza gacha la realidad que les toca afrontar. No hay muchas opciones, esto es lo que hay.
El dinero que se le inyecta no es suficiente para el mantenimiento, las obras de modernización se quedan cortas y solo vemos una caricatura de lo que un día fue un moderno medio de transporte. La gran capital sufre de un drama que no parece tener solución. Al salir el sol solo nos persignamos, para que al momento de adentrarnos en el subterráneo, tengamos la suerte de salir vivos.

Todo el mundo está contento, porque según el doctor, le pondrán un metro adentro, al hacerle la operación. Pero un metro que camina a una gran velocidad
sin semáforo en la esquina, atraviesa la ciudad.

Fernando Pinilla

septiembre 19, 2011

Yoga en la plaza



Yoga en la plaza. Columna "Trompo en la uña" diario La Región, 18 de Septiembre de 2011)

7:00 pm en la tercera avenida de Los Palos Grandes del municipio Chacao del estado Bolivariano de Miranda, el más pequeño de los cinco municipios que conforman el Área Metropolitana de Caracas. En una de sus esquinas más transitadas se yergue un monumento a la voluntad popular mancomunada con los poderes públicos: La plaza de Los Palos Grandes, suerte de accidente que rompe el concreto y lo funde con elementos naturales como el agua y arbustos, y lo complementa con el alimento perfecto del alma; las letras contenidas en una biblioteca con un diseño urbano que llama poderosamente la atención. Es pequeña la plaza, sí, la extensión era reducida cuándo en el año 2006, un 15 de marzo la comunidad solicitara al Consejo Municipal la construcción de un espacio público, que sería inaugurado oficialmente en el año 2010.

En este lugar que habla del sueño popular de vivir decente y humanamente en una ciudad que pierde cada día esta característica y termina envuelta por la intolerancia y la violencia, parece extraño lo que encuentro en mi visita. Me dispongo a tomarle unas fotos a Lilian Tintori, recordada animadora de televisión y radio, y campeona nacional de Kitesurf en 2003 y desde 2007 conocida por su matrimonio con el ex-alcalde del municipio Chacao, Leopoldo López. Por invitación de ella me acerco a sus clases de Yoga que llevan por nombre: “Yoga en la plaza”, que según sé, dicta a cielo abierto en aquel lugar todos los lunes a las 7:00 pm. Sin embargo soy escéptico, espero encontrarme con un máximo de diez personas practicando esta disciplina, cuyo origen se pierde en la India. La palabra viene del sánscrito ioga que significa yantar o conyugal, y está asociada a la meditación en el hinduismo, el budismo, el jainismo y que otorga como resultado a sus practicantes la unión del alma individual con Dios, un encuentro con el yo espiritual y no material; y un bienestar físico y mental.

Mi sorpresa es grande. Más de cuatrocientas personas calculo yo tras darme a la tarea de contar una de las hileras, esperan el inicio de la clase. Cada quién con su alfombra para yoga en un murmullo conjunto, se colocan de forma ordenada en filas y dan comienzo a la actividad. Algunos vienen solos, otros en grupo, algunos con sus mascotas, otros solo observan, pero la atmosfera que se respira es impactante. Hay personas alrededor conversando, algunos niños jugando, parejas enamoradas que se funden en besos, pero todos son cómplices del respeto necesario para que las instrucciones puedan llegar a todos por igual. Aún cuando se usa un amplificador y micrófonos, se entiende que en esta plaza, la idea es que reine un poco de paz, un poco de amabilidad. Lilian camina entre las filas mientras ayuda a algunos a tomar correctamente las posturas, conversa con otros, hace las rutinas, pasea una y otra vez junto con algunos asistentes asegurándose que todo quede bien. La entrega es completa y la meta se logra. En Caracas, una de las ciudades más violentas del continente, por un espacio de poco más de una hora, en uno de los municipios más transitados de la capital, se llega a la conclusión que querer es poder.

No es solo la sonrisa, belleza, entrega, pasión y profesionalismo de Lilian la que destaca, no es solo la espectacular plaza construida de la nada en aquel lugar que se pensó imposible humanizarlo, y que entre otras cosas es la primera construida en la ciudad en los últimos trece años, y su biblioteca la primera que es inaugurada desde 1990. Es mucho más que eso. Es ver a la ciudadanía disfrutando de su ciudad, de ese cambio que sí se puede lograr cuando priva el sentido común y el trabajo grupal.

No hay colores ni consignas políticas en la plaza más allá de la información del municipio, todos tienen cabida a la a veces utópica idea de una vida en una sociedad distinta, que acá toma forma y se hace palpable. Se siente calidad de vida, y no percibo mis palabras como proselitismo político, solo está presente la información sin más nada que un compromiso con sentirse orgullosos por parte de la alcaldía de la obra como tal, el resto, la atmosfera la crea una tribu inmensa que se reúne aquel momento en aquel espacio. No son tribus urbanas, no, me refiero a una grande y a la que yo hago parte; un conglomerado: venezolanos.

En el supermercado al frente de la plaza de Los Palos Grandes la gente sale con sus compras despreocupadas, otros paseando sus perros observan curiosos la actividad, muchos conversan, comparten velados por la mirada de las patrullas de Polichacao que dan sensación de seguridad.

A las 8:30 pm, como si fuera el final de un acto religioso, los creadores de la actividad se despiden y cada persona toma sus pertenecías, y con una sonrisa se alejan a seguir sus vidas en la agitada ciudad capital. Hay bromas, comentarios, manos agitadas, otros se acercan a Lilian, que como a este humilde servidor, atiende con cariño y le dedica un tiempo de su apretada agenda. La actividad fue un éxito.

Al alejarme de la plaza por las solitarias calles de Chacao, siento un fuerte deseo de sentir aquella sensación de paz en todo mi país. En una introspectiva breve, identifico la satisfacción de entender que sí se puede cambiar, que Venezuela sí tiene esperanza cuando se acabe el egoísmo, el odio, la segregación política. Cuando nuestras autoridades escuchen las necesidades del pueblo y las conviertan en soluciones inmediatas.

No practiqué Yoga en la plaza, pero mi mente y espíritu se contagiaron con la buena vibra de aquellos extraños que son tan cercanos como los que lean esto, y que sí lo hicieron. Al tomar camino a mi San Antonio de Los Altos querido, miro hacia atrás y veo la Venezuela posible, solo si los decidimos.

Fernando Pinilla

agosto 22, 2011

Planes desestabilizadores y magnicidio



Planes desestabilizadores y magnicidio (Columna "Trompo en la uña" diario La Región, 21 de Agosto de 2011)

Las incongruencias están a la orden del día. A su regreso al país luego de recibir la segunda fase de la supuesta quimioterapia, hasta ahora nadie con bata que no sea Fidel en la de dormir, ha certificado la enfermedad, el primer mandatario ha vuelto a denunciar presuntos planes desestabilizadores contra su gobierno, llámese su persona, de la mano de los mismos de siempre; la oposición.

El problema radica en la poca credibilidad que se puede tener ante estas denuncias, cuando han sido cotidianas las mismas en los doce años de gobierno. Muchas cosas se tejen en política, no descarto las teorías más inverosímiles tratándose de la ambición que desborda lo que suelo llamar de forma despectiva: “el coroto”. Al adentrarse en los caminos oscuros de esta, solo se desemboca en la gran verdad, que la política es sucia y son más los politiqueros que los verdaderos políticos, estén teñidos del color que sea.

Pero una cosa he aprendido y es que no se puede tapar el sol con un dedo porque serían muchos los rayos que terminarían colándose y alumbrando, las pruebas siempre existirían del intento fallido. En el tema de las denuncias sistemáticas que ha hecho desde el año 1999 el primer mandatario sobre planes conspirativos, pocas pruebas hay. Solo sabemos que la oposición, presuntamente solo trabaja para desestabilizar la revolución y a su vez acabar con la vida del meeesmísimo ídolo, de la teofanía del único credo o supuesta filosofía existente en las filas oficialistas: “sí comandante”. Claro está, como siempre financiado por los fondos oscuros del imperio en todas sus versiones de turno: “mister danger” George W. Bush, Álvaro Uribe Vélez en representación de las oligarquías descendientes de Francisco de Paula Santander y “El negro” (Afro descendiente) Barack Obama.
S
in embargo como suele suceder solo escuchamos de planes, de conspiraciones, de supuestos contactos, de miembros de la inteligencia cubana, nicaragüense y venezolana; pero así como con su enfermedad, nunca recibimos pruebas palpables, contrario a las que vemos a diario de lo nefasto de esta administración. El sol no se puede tapar con un dedo, vuelvo y lo repito.

En julio de 1999 fue la primera vez que el gobierno denunció un plan para acabar con la vida del presidente y de esta manera terminar con la revolución. Al final la DISIP detuvo en Puerto Ordaz a un campesino por portar un rifle y cartuchos calibre 22. Nunca se demostró nada, pero si se usó la palabra Magnicidio y desde entonces recurrentemente, se ha usado para esgrimir la perfecta excusa y desviar la atención de las realidades. Ese mismo año pero en diciembre, fue Fidel Castro quien se encargaría de denunciar otro atentado, esta vez de la mano de grupos anticastristas desde Miami.

Luego de los sucesos de 2002, aún sin esclarecer en su mayoría, en julio de 2003 Chávez denunciaría otro intento de magnicidio ahora desde República Dominicana y culpó directamente al finado ex presidente Carlos Andrés Pérez. En mayo de 2004 el presidente revelaría que en EEUU “hay gente que se la pasa pensando en cómo hacer para que en Venezuela haya una guerra y luego justificar una invasión. Y una de las vías en las que han pensado es el magnicidio”. En octubre nuevamente alertaría sobre avisos de planes gestándose en Venezuela.

En 2005 le declararía a José Vicente Rangel en una entrevista que no descartaba un magnicidio, y que estaba esperando para mostrar sorpresas, pero nos quedamos con los crespos hechos, para variar, nunca se dijo, ni se comprobó nada.

En septiembre de 2006 y cercano a las elecciones presidenciales de ese mismo año, circuló el rumor de una alianza estratégica con la administración Bush por parte de la oligarquía, luego en febrero de 2007 el mismo presidente reveló tener información "muy fresca" sobre nuevos planes de atentados en su contra, pero no ofreció más detalles y luego de las protestas contra el cierre de RCTV, se comenzó a denunciar estas como intentos desestabilizadores. En septiembre de 2008 denunció un intento de magnicidio y golpe de Estado, que habría sido planeado por militares en activo y retirados con el apoyo de EEUU, ese mismo año expulsa al embajador norteamericano por planes en su contra. En junio de 2009 denuncia a EEUU y a Posada Carriles de planificar lanzar cohetes a su avión cuando este llegara a San Salvador, sin embargo, su san salvador en esa ocasión fue su homólogo Daniel Ortega.

En 2009 serían Manuel Rosales, Pablo Pérez y Cesar Pérez Vivas los encargados de los planes de magnicidio, los dos últimos con la idea de importar paramilitares al país. En Julio de 2010 Chávez denuncia conspiración internacional y atentados en su contra impulsados por Estados Unidos y Colombia, cuando conocimos el nombre en clave del presidente, el famoso “Mauricio”.

En septiembre de 2010 Roy Chaderton denunciaría al diario El Nacional, por el contenido de una mancheta incitando al magnicidio. Ese mismo año en noviembre, durante el “hallacazo” en Plaza Caracas denuncia que el dueño de un canal, prófugo de la ley y la extrema derecha tienen 100 millones de dólares para aquel que acabara con su vida. 2011 no ha escapado a los planes en su contra los cuales son nombrados constantemente, sin embargo, el pequeño detalle tras cada denuncia que se hace, es que las pruebas faltan; es la palabra viciada como único testimonio sobre acusaciones tan graves, que jamás vienen fundamentadas por algo sólido. Al final de la historia, los rumores suben y bajan, se disipan como el Alka Seltzer. Pero mientras le queden días a este gobierno, y peor, quienes acrediten sin recibir pruebas, se tejerán los complots más increíbles en su contra. Y mientras se lucha contra los rivales de la revolución, los enemigos del país: La inseguridad, la inflación, la escasez, la corrupción, y tantos otros son el único magnicidio latente, los únicos que desestabilizan al país y acaban con las oportunidades.

Fernando Pinilla

agosto 02, 2011

Algunas ilustraciones y caricaturas.

No suelo hacer trabajos por encargo por cuestiones de tiempo, pero a veces la insistencia y el acoso logra sus frutos jajaja.








julio 21, 2011

Actualizando el blog con caricaturas!!

Varios trabajitos para la página querrequerre.com, Líder en Deportes, La Voz/La Región y Geek Caracas y Venezuela Xtrema, Actitud Venezuela y dos cuentas de twitter geniales, @CaracasMetro y @perrousuario.























julio 18, 2011

Culto al narcisista



Culto al narcisista (Columna "Trompo en la uña" diario La Región, 17 de Julio de 2011)

Viendo lo sucedido en los últimos días en el país, me ha llamado la atención el hecho que venía comentando desde hace un tiempo referente al culto a la figura política, y con este el olvido de aquello que de verdad importa; Venezuela.

Sin duda estamos en medio de muchos factores que terminan por inclinar la historia en el extremo que vivimos. Ciertamente cada pueblo se merece al gobernante que tiene, porque realmente son los ciudadanos, los que terminan definiendo el destino de sus propias vidas, y de sus propios mandatarios. Pero otra realidad que viene a influir, radica en las personalidades de los líderes totalitarios, quienes mantienen similitudes muy vistosas entre ellos, y lo hemos podido ver a través de la historia. Sé que cuando coloco en un mismo escrito personajes socialistas, fascistas, o de la extrema derecha, genero estupor en aquellos que han tenido la oportunidad de estudiar de cerca las doctrinas y los hechos que marcaron la vida de los líderes de cada lado, pero indudablemente existe inmensa similitudes entre estos ejemplos de representantes del culto a la personalidad narcisista.

El narcisismo fue un concepto que introdujo Sigmund Freud en su obra Introducción al narcisismo, en la que habla de una patología extrema de desordenes de personalidad en la que el individuo sobreestima sus habilidades y tiene una necesidad excesiva de admiración y afirmación. Este desorden ha sido diagnosticado en incontables personajes de la historia, siendo fácilmente identificado en dictadores cuyas doctrinas tienen diferencias abismales entre sí, pero con similitudes tan cercanas que se pueden confundir con facilidad.

Los dictadores buscan el apoyo de personas incapaces de cuestionarlos, lo que termina alterando su propia percepción del mundo que viven. En un estudio publicado por Psychological Review, tres investigadores descubrieron que la gente poderosa tiende a ver el mundo de forma automatizada y se atribuyen logros y cualidades que no son suyas, según Time HealthLand.

Este comportamiento puede alterar el funcionamiento del cerebro. La corteza paralímbica, la región encargada de procesar las emociones y el auto control puede dejar de funcionar adecuadamente cuando deja de usarse. Con la oposición, los dictadores inhiben estos sistemas, por lo que sus discursos y realidades dejan de tener sentido para el resto de las personas que los escuchan.

Los dictadores tienden a sentirse héroes, libertadores de sus pueblos con características mesiánicas, y cuando estas actitudes son cuestionadas tanto por detractores, como por el propio pueblo, pierden el control y niegan cualquier idea que vaya en contra de las propias. Con el tiempo y como estrategia política trasladan hacia sus seguidores, generalmente masas populares, la idea del culto a la personalidad del gobernante, como estrategia infalible de perpetuación en el poder.
El culto a la personalidad narcisista se dio con fuerza en la Unión Soviética de Lenin, y es que el caso de Stalin ha sido cuestionado por estudiosos, que coinciden en afirmar y catalogarlo como un oportunista y no una figura de culto, como el primero. En China Mao Tse Tung, en Albania Enver Hoxa, en Uganda Amín Dadá, Yugoslavia el mariscal Tito, en Cuba Fidel castro y sin duda también Hitler, Mussolini, Franco, y en Corea del Norte Kim Il Sung (Cuyo título presidente eterno, lo dice todo) y su hijo Kim Jong Il, con esquemas similares de grandes fotografías, menciones directas como autores de todas las obras, y muchos con un alto número de estatuas que recuerdan a los jefes máximos en algunos casos, mientras jóvenes, ejércitos y gran cantidad de adeptos han estado y están permanentemente uniformados, con banderas para declarar al unísono su fidelidad al supremo líder, una lealtad que se basa en el culto al narcisismo de la figura por encima del resto.

Todos los anteriormente mencionados, tuvieron miles de seguidores, manipularon los medios hasta convertirlos en medios oficialistas, todos conformaron hordas de seguidores que eran capaces de morir por ellos, que los idolatraban y no concebían un futuro sin estos en el poder, todos generaron o promovieron una ideología y todos, en mayor a menor magnitud generaron terribles castigos y muertes en masa, todos se autoproclamaban como grandes reformistas al servicio del pueblo, todos alimentaron las debilidades de los pueblos para utilizarlas como gancho, todos buscaron conflictos con otros países en su delirio, resultado de su afección psicológica, todos en un momento se sintieron la personificación de la esencia de cada nación que representaban.

Estos “lideres”, fueron y son ejemplo de un narcisismo acendrado, que tuvieron en su mayoría finales no esperados por ellos mismo, todos además de presentar claramente casos severos de narcisismo, presentaron señales inequívocas para los especialistas de Psicopatía. Quizás lo increíble, es que mientras los estudios han terminado por aclarar estos comportamientos, identificarlos y lanzar serias advertencias, la historia se sigue repitiendo una y otra vez, y los pueblos al final, vienen a dejarse embaucar por egocentrismos, que les hace a estos líderes despotricar contra todo el resto, a sentirse indispensables e imponer a la fuerza con la intolerancia propia de estos desordenes la idea de la no pluralidad.

Lo triste es que en medio de nuestras miserias, de nuestras necesidades, somos partícipes de sus patologías, al final no existe nada más fuerte y poderoso que la voluntad popular al servicio de su propio país. Triste ver desde balcones de palacios gubernamentales expresiones inequívocas de representantes del culto a la personalidad narcisista, al invitar a sus seguidores a vitorear su propio nombre, y peor aún, estos hacerlo pidiendo su presencia perpetúa en el poder.

"Nada es tan peligroso como dejar permanecer largo tiempo a un mismo ciudadano en el poder. El pueblo se acostumbra a obedecerle y él se acostumbra a mandarlo; de donde se origina la usurpación y la tiranía. Un justo celo es la garantía de la libertad republicana, y nuestros ciudadanos deben temer con sobrada justicia que el mismo magistrado que los ha mandado mucho tiempo, los mande perpetuamente. Simón Bolívar (Discurso de Angostura)

Fernando Pinilla

junio 12, 2011

El imperio no contraataca



El imperio no contraataca (Columna "Trompo en la uña" diario La Región, 12 de Junio de 2011)

El imperio, esta forma de designar a los Estados Unidos de América ha sido repetida en cada alocución, entrevista que ha dado el presidente de la república desde hace doce años hasta convertirla en símbolo de la revolución, en un estandarte de sus seguidores, una inspiración, alimentando la psicosis por una inminente invasión al país y un magnicidio a su persona que sin duda sigue surtiendo efecto. ¿Qué sería de la revolución bolivariana sin el imperio? ¿Contra quién lucharían los héroes revolucionarios si la oligarquía venezolana no estuviera estrechamente ligada a los maléficos designios de Washington?

Esta fantasía que mantiene como un cuenta cuentos con pasión e interés el primer mandatario, ciertamente está sustentada por una realidad: Estados Unidos no son una blanca paloma y a través de la historia se han visto involucrados en escándalos por su intervención en países, en conflictos cuyos intereses están ligados a los suyos o pueden causarles algún tipo de ganancia. La lucha entre el comunismo y la derecha norteamericana ha recorrido diversos rincones del mundo durante el siglo XX, y el primero es por tradición enemigo acérrimo del sistema capitalista que ha sustentado la política, economía y sociedad norteamericana y de muchos países del mundo. Intentos fallidos por terminar con el comunismo en Cuba, una intervención directa en la caída del primer líder comunista elegido democráticamente en la historia; Salvador Allende y el arribo al poder de su verdugo, Augusto Pinochet, quién desataría una dictadura de terror en el país austral, el patrocinio de la dictadura de la familia Somoza en Nicaragua desde 1934, son algunos de los argumentos que se usan desde Miraflores para mantener la atmosfera ficticia que quiere emular la que se respiraba en la extinta URSS, y que se siente aún en las viejas calles de la Habana.

Los regímenes comunistas y totalitarios usan el miedo como arma para mantener ese sueño de guerra fría en el ambiente. Ahí está latente, el enemigo imperialista respira en la nuca, no duerme, interviene, si lo ha hecho en el pasado, ¿Qué impide que otra revolución que supuestamente lucha contra los intereses del imperio, pueda ser atacada salvajemente? Y es que sustentado igualmente en la intervención militar en Afganistán que derivó en la caída del régimen Talibán, en Irak la salida a la fuerza de Saddam Hussein, así como el conflicto entre Palestina e Israel sirven por igual para mentalizar que ese imperio, suerte de “el coco” que aterra a los fieles seguidores de la utópica revolución que no termina de ser más que una farsa sin razón de ser, está en el mismo lugar que siempre ha estado; al acecho.

La ignorancia y un poco de inocencia viene a jugar un papel preponderante en aquellos que hablan del imperio casi de manera autómata y que son capaces de defender dictaduras como las que se viven en Cuba, Corea del Norte, Bielorrusia, China, Libia, y tantos países árabes, sin darse cuenta de los abismos que separan las doctrinas islámicas de las socialistas, y peor aún desconociendo que en el nombre de una lucha contra occidente y sobre todo contra los Estados Unidos, pueblos enteros son víctimas de represión, de violación a los derechos humanos y claro está a la libertad de expresión y de opinión. En pleno siglo XXI cuando enfrentamos retos que generaciones pasadas no se imaginaron, muchos países viven de los errores cometidos por Estados Unidos como única base para justificar la existencia del caudillismo y monarquías de terror.

No estamos hablando de creer la historia que cuentan los vencedores, sino de ser objetivos y analizar. Estados Unidos no ha sido el mejor ejemplo de paz, pero una realidad también es que Salvador Allende no era ningún Santo, Daniel Ortega quién lleva sangre en sus manos como Fidel, no se diferencian mucho de los presidentes norteamericanos que han desencadenado guerras. La verdad es que los pueblos venimos a ser las únicas víctimas de la eterna lucha por poder que ejerce el hombre, y lo único que se puede concluir es que los extremos son malos, y es que por ejemplo en los países islámicos que tanto usa el gobierno como ejemplo de la opresión que viven por parte del imperio, son aquellos que en nombre de Alá asesinan a todos los que osen pensar y actuar distinto al Corán, ¿Es eso un modelo de democracia? El comunismo que vive el pueblo norcoreano mantiene a una misma familia en el poder desde hace décadas. Nadie puede entrar o salir sin permiso de Kim Jong-Il, nadie puede pensar distinto al supremo amo que es dueño de los destinos de cada ciudadano, así como ha hecho Fidel Castro por décadas en Cuba para protegerlos del imperio.

Y la pregunta es: ¿realmente es Estados Unidos el único enemigo que enfrentamos? Creo existen enemigos más reales como la miseria humana, el abuso de la autoridad que en un gobierno de extrema derecha existe y en uno de la izquierda comunista también. La corrupción, la distribución desigual de los recursos, la burocracia y claro está demagogia y populismo son reales. Hoy cuando estamos llamados a no permitir ser explotados por nadie, pero sí aprovechar con diplomacia e inteligencia los aportes de los países industrializados y desarrollados, queremos jugar a la guerra fría, queremos vivir la fantasía de ideales obsoletos y fracasados. El verdadero socialismo se construye en libertad, en respeto, en conjunto, integrando, superando y evolucionando; no viviendo en el atraso, en la pobreza, justificando la crisis que se vive y que solo el fanatismo hace que nos volvamos ciegos. “El imperio” no es el enemigo si sabemos aprovecharlo, es un aliado si somos capaces de traducir los aciertos de su sociedad y su economía para aplicarlos en nosotros. Hoy Venezuela no necesita más vivir de utopías, doce años son mucho para cosechar solo promesas, abran los ojos, el imperio no contraataca esta revolución, sino la miseria de sus líderes.

Fernando Pinilla